Las microrredes son sistemas eléctricos a pequeña escala que comprenden sistemas de generación distribuida y dispositivos de almacenamiento interconectados, y que permiten el suministro de energía eléctrica a pequeñas comunidades, zonas rurales, islas y zonas aisladas que cuentan con diversos consumidores.
Así, los elementos principales que conforman una microrred son:
- Sistemas de generación
- Red de distribución
- Sistemas de almacenamiento
- Sistemas de control y gestión
Tradicionalmente, las microrredes se han basado en el uso de grupos electrógenos, pero actualmente este modelo está evolucionando hacia las actuales microrredes híbridas, que integran energía fotovoltaica junto con los grupos electrógenos, y hacia las microrredes 100% renovables. Esta transformación de modelo permite disponer de redes fiables, rentables y con un menor impacto ambiental.
Una microrred puede operar interconectada a una red eléctrica principal, o bien de forma aislada. Al operar en modo interconectado, desde el punto de vista de la red principal se comporta como una única carga o un único generador.
Una de las fortalezas de las microrredes es su capacidad para operar de forma aislada. De este modo, ante la sospecha de algún fallo o pérdida de suministro por parte de la red principal, la microrred puede desconectarse de ella y convertirse en una red independiente. Esta dualidad en el funcionamiento permite garantizar la continuidad, fiabilidad y estabilidad del suministro.
La integración de microrredes en grandes sistemas eléctricos precisa de la transformación de estos hacia redes eléctricas inteligentes (Smart Grid), que integran de manera inteligente las acciones de todos los actores (generadores, consumidores, etc.) con el objetivo de gestionar la energía de una forma más eficiente y rentable.
En Impulso Solar hemos participado directamente en la implantación y gestión de microrredes con integración de energía solar.